Año tras año, versión tras versión, se ha ido consolidando mi amor incondicional hacia Photoshop y mi convicción de que es lo más parecido de este mundo al ideal de «herramienta de diseño definitiva».
Básicamente, con Photoshop se puede hacer todo lo que a uno se le pueda antojar hacer con una imagen: retocar fotografías, crear iconos, dibujar, editar vídeo, animar, crear gifs, generar código CSS desde mockups, maquetar pdfs, y un largo etcétera.
Lo que explica que a mí (y supongo que a muchas otras personas), siempre me haya «apañado», sobre todo porque mi trabajo no depende del uso de ninguna de esas funciones en concreto, sino que más bien requiere un poco de aquí y otro de allá.
Y lo que explica también mi ignorancia sobre otras herramientas que están pensadas específicamente para algunas de esas ramas del diseño, lo que ofrece ciertas ventajas con respecto al uso de Photoshop.
Hasta que investigué para hacer este post no me había planteado que el diseño de pdfs no tiene por qué ser un infierno en vida, o que existe un mundo en el que no es necesario rezarle a la virgen María para que un trabajo impreso no salga pixelado.
En esta lista resumo las tareas esenciales para las que están optimizadas las herramientas de diseño más populares de hoy en día, es decir, en qué medida nos pueden ahorrar tiempo y frustración con respecto a otros programas no especializados.
1. Illustrator
La función más popular de Illustrator es el diseño de imágenes vectoriales, es decir, de imágenes cuyo tamaño se puede ampliar o reducir sin que la calidad se vea afectada.
Aunque hay herramientas de Photoshop como la pluma con la que se pueden crear contenedores vectoriales, el resto de la imagen estará siempre formada por píxeles.
Si quieres estar seguro de que tu imagen mantendrá la calidad al escalarla, o si estás preparando un diseño para un trabajo impreso (para una camiseta, por ejemplo), es mejor que uses Illustrator.
- Usos de Illustrator: logotipos, cenefas y patrones, ilustraciones, diseños para trabajos impresos
2. Photoshop
Tal y como sugiere el nombre de la aplicación, Photoshop fue pensada para trabajar con fotografías, aunque con el tiempo se le fueron añadiendo funciones variadas que han hecho de ella una herramienta polivalente.
La ventaja de Photoshop sobre otros programas es la agilidad que ofrece al diseñador, que puede editar directamente los archivos, y organizar el trabajo en un sistema de capas que una vez dominado ofrece todo un mundo de posibilidades.
Sin embargo, a diferencia de Illustrator, Photoshop trabaja solo con píxeles, lo que quizás no suponga un inconveniente en muchos usos, como en diseño de imágenes para web, pero puede no ser lo más seguro cuando se necesitan acabados perfectos y figuras escalables.
- Usos típicos de Photoshop: retoque fotográfico, diseño de imágenes para web, bocetos, gifs
3. InDesing
Si vas a maquetar un pdf de una o dos páginas y tienes mucha práctica con Photoshop, quizás consigas un buen resultado con este software.
Pero si el documento tiene un volumen considerable, necesitarás algunas herramientas específicas para no acabar volviéndote loco, y puede que Photoshop no disponga de ellas, o no de la manera más apropiada para la tarea.
Indesign, en cambio, permite cosas como trabajar con layouts o diseños de página con estilos que se repiten y que puedes aplicar de manera fácil. También está pensado para facilitar la combinación de texto e imagen, por ejemplo, mediante la función de «text wrap», o enlazando cajas de texto para que el flujo fluya y se adapte de manera dinámica cuando cambies la posición o el tamaño de los elementos.
En teoría, Indesign debería servirte para aglutinar todos los elementos que ya has diseñado previamente con otros programas más adecuados: las imágenes que has retocado con Photoshop, las ilustraciones vectoriales de Illustrator, las tipografías, etc.
De hecho, está preparado para contener archivos y tipografías sin que el peso de cada uno de ellos se sume al archivo madre en el que estás trabajando. Es decir, más que contenerlos, lo que hace es enlazarlos desde donde estén almacenados en el equipo.
Esta función, que también tienen los objetos inteligentes de Photoshop, supone algunas ventajas, como facilitar la coordinación entre varios diseñadores que trabajen sobre un mismo documento o sobre documentos similares.
Además, ya no necesitamos importar un mismo archivo cada vez que hagamos un cambio sobre él. Basta con editar el archivo de origen, y los cambios se reflejarán de manera automática en todas las composiciones donde esté enlazado.
- Usos típicos de InDesign: carteles, folletos, revistas, pdfs en general
Cada maestrillo tiene su librillo
Las diferencias entre estos tres colosales softwares de edición van mucho más allá de las aquí explicadas, pero espero que este resumen te haya servido para descubrir procedimientos que ni siquiera te habías planteado, y que podrían ayudarte a enriquecer y facilitar tu trabajo.
Al final, cada uno usa las herramientas como le parece, pero en mi caso, ha habido ocasiones en las que la resistencia al cambio me ha hecho sudar la gota gorda solo porque me empeñaba en usar Photoshop y rechazaba aprender a usar otros programas más apropiados.
*Iconos de las aplicaciones extraídos de https://commons.wikimedia.org
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