Cuando creo una imagen o un documento de texto que es importante para mí importante me preocupo de hacer suficientes copias de seguridad como para aplacar mis peores augurios catastrofistas.
De hecho, a veces ni siquiera me tengo que preocupar, porque las propias aplicaciones que uso, o mis dispositivos, ya crean de manera automática copias de seguridad en formato digital.
Pero hubo un tiempo, hará unos quince años, en que no usaba aplicaciones ni sabía bien qué era eso de «la nube», y estaba convencida de que el CD y el DVD ofrecían una solución de almacenamiento fiable.
Recuerdo que alguna vez me pasó que las fotos de un CD me desaparecieron misteriosamente, pero supongo que siempre lo atribuí a algún error mío a la hora de hacer la copia.
De modo que continué usando estos soportes con confianza, y como con el tiempo terminé moviendo mis contenidos a «la nube» de todas maneras, no volví a pensar en el tema mucho más.
Pero últimamente he leído en Twitter algún rumor que apuntaba a que los CD y DVD grabados hace un par de décadas están empezándose a borrar de manera espontánea.
¿Significa esto que están en peligro aquellos CD que grabé con fotos y trabajos que, debido a mi confianza ciega en el soporte, no guardé en ningún otro sitio? ¿Y qué pasa con mi colección de música y películas originales?
Antes de ponerme en plan alarmista y entregarme a la ardua tarea de volcar el contenido de todos y cada uno de mis CD y DVD en mi PC, decidí investigar un poco más sobre el tema para averiguar así qué hay de cierto en estos presagios, y hasta qué punto están seguros mis archivos.
Por si quieres una versión resumida de mis hallazgos: ¿deberías ponerte un poco nervioso si no tienes copias digitales de tus cosas del instituto y de la universidad?
Respuesta corta: sí
Respuesta larga: sigue leyendo
No todos los CD son iguales
Al parecer, cuando en los años ochenta aparecieron los primeros Compact disc, los fabricantes presumieron de que el soporte duraba más de cien años, proclama que generó optimismo y confianza en los consumidores, sobre todo porque en aquel momento todavía no era posible demostrar lo contrario.
Pero con el tiempo se empezaron a dar casos de borrados puntuales o masivos que indicaron más bien que aunque no existiera una norma fija, la fecha de defunción de un CD podía ser mucho menor que un siglo.
En una entrevista en NPR, Michele Youket, conservacionista de la Library of Congress, dice que los CD no son todos iguales, sino que sus propiedades dependen de los estándares que hubiera vigentes en el momento en que fueron fabricados, y por lo tanto, que no existe una respuesta absoluta a la pregunta de cuánto dura un CD medio, porque «no existe un CD medio».
Por otra parte, según el Council on Library and Information Resources, existen diferentes factores que influyen en la longevidad de un CD:
- tipo (manufacturados en masa mediante replicado, grabados en casa o «duplicados», regrabables, etc.)
- calidad de la manufacturación
- condiciones del disco antes del grabado
- calidad de la grabadora
- manejo y mantenimiento (almacenamiento en vertical o apilados, etc.)
- condiciones medioambientales (nivel de humedad, etc.)
Según esta fuente, incluso CD hechos por la misma empresa, en el mismo año, y siguiendo un proceso de embalaje idéntico, pueden tener esperanzas de vida diferentes.
Para que te hagas una idea, en este gráfico de un estudio que encontré publicado en la web de Library of Congress, se puede ver que, según el tipo, los CD pueden durar desde veinte hasta sesenta años:
Desde luego, mientras investigaba sobre el tema, eché en falta una respuesta conclusiva, o un estudio independiente con resultados que se pudieran extrapolar, en torno a la pregunta de cuánto dura un CD. Por el contrario, encontré opiniones de todo tipo que variaban según el punto de vista.
Los fabricantes, por ejemplo, me dio la impresión de que seguían un poco en su mundo de Yupi de CD que duran cien años, y que tendían a rehuir responsabilidades alguna vez que se les ha preguntado por el tema.
Conclusión
Tranquilo. No es que tus CD y DVD se estén desintegrando en estos momentos. Pero si tienes una colección amplia, igual te interesa saber que tarde o temprano todos pasarán a mejor vida, incluso los que hayas tratado con más cuidado.
Según Michele Youket, cuando salieron al mercado los CD, muchas organizaciones grabaron todos sus archivos en este soporte, porque la gente pensaba que si algo estaba en formato digital, era imborrable. Ahora algunos preservacionistas estas preocupados de que esa información desaparezca si nadie hace copias a tiempo, bien por falta de concienciación, o de presupuesto.
Y por cierto, ¿no podría pasarnos algo parecido en el futuro con los sistemas de almacenamiento de información que hoy creemos fiables? ¿Alguien se plantea qué pasaría si un día Facebook, WordPress, Flickr, o cualquier otra empresa privada sin ningún tipo de responsabilidad social, cesara su actividad?
Fuentes consultadas: CNET | NPR | Council on Library and Information Resources | Library of Congress | The Atlantic
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