Encontré la cita del título de este post en el libro Story, de Robert McKee.
Significa que cuando el escritor ha alcanzado cierto nivel de conocimiento y dominio sobre el setting de su mundo ficticio, existe el riesgo de que entre en lo podría definirse como lo contrario al bloqueo, que es un flujo de escritura incansable.
Cuando leí esto me acordé de una historia que escribí hace tiempo en la que casi sin darme cuenta me vi dominada por la necesidad de plasmar por escrito todos los detalles de la trama y el setting.
El proceso era de hecho placentero, porque era algo así como una reafirmación (aunque solo ante mí misma) de que el mundo construido era sólido. Fueron muchas páginas y muchas semanas de trabajo para acabar con decenas de páginas que nadie iba a leer nunca. La parte negativa es que terminé gastando tiempo en escribir cosas que hubiera sido suficiente con tener en mi cabeza.
Según McKee, una investigación del setting mal afrontada puede suponer algunos riesgos:
- Procrastination.
- Llegar a una compartimentación excesiva de los procesos. Es decir, realizar primero la investigación y luego la creación limita posibilidades. En cambio, si las realizas en paralelo, se enriquecen, y por ejemplo, puede que te lleven a descubrir caminos que no habrías contemplado si solo estabas investigando.
En resumen, tanto investigar como dominar tu setting es un paso necesario para dar credibilidad a tu historia. Una biblia o enciclopedia, o como lo llames, que te sirva para recordar lo que es importante y para concepturalizarlo puede ser muy útil. Pero hay que hacerlo con una visión pragmática, y no solo para reafirmar nuestro trabajo ante nosotros mismos.
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