Años ha, mientras estudiaba la licenciatura de Publicidad, escuché esta frase:
“Half the money I spend on advertising is wasted; the trouble is I don’t know which half.”
Se acredita a John Wanamaker, conocido como uno de los pioneros del marketing, y cada vez que oigo a alguien (o a mí misma) hablar sobre el tiempo perdido, no sé por qué, me pasa por la cabeza.
La última vez fue el viernes pasado, cuando un artista me comentó que el 90% de su trabajo acababa tirado en la basura. Y lo que yo pensé fue que sí, que el tiempo de ejecución destinado al trabajo que finalmente se verá publicado igual lleva una minúscula fracción de tiempo.
Pero todas las iteraciones anteriores fueron necesarias para llegar a ese resultado. O al menos, te fueron necesarias a ti, y a veces en maneras muy diferentes e imprevisibles.
Se necesita iterar para:
- Arrojar luz a tus ideas desde una perspectiva diferente de manera que ves dimensiones que antes no veías.
- Demostrarte a ti mismo de manera racional sospechas o intuiciones que tenías más o menos en tu cabeza pero que no te ves capaz de descartar hasta que no lo ves materializado (no sé por qué; supongo que porque las ideas son una cosa rara que no llegamos a entender, y nosotros somos simples seres humanos).
- Etcétera.
Entiendo que hoy en día queramos hacer muchas cosas diferentes y que la gente quiera optimizar el tiempo al máximo, pero… si eliminas el tiempo que destinas a hacer un poco el tonto explorando opciones aquí y allá… ¿cómo sabes si podrás llegar al mejor resultado posible?
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