A la hora de crear o elegir tu portada se te presentarán infinitas opciones de planificación y diseño, y si vas a autopublicar tu novela, todas las decisiones recaerán únicamente en ti. Hagas lo que hagas, si quieres que tu publicación sea profesional, tu portada también tiene que serlo, y tú tendrás que hacer lo necesario para conseguirlo.

Árbol con libros

En el anterior post de esta serie, Así son las portadas del top ventas de Amazon, vimos la importancia que tiene conocer las convenciones en el diseño de portadas según el género para que la obra sea competitiva e identificable en las tiendas.

Teniendo esto en cuenta, vamos a repasar algunos elementos en los que creo que te vendrá bien reflexionar cuando estés diseñando tu portada o planificándola con un diseñador.

Tipografías

La elección e integración de las tipografías puede ser una de las partes más difíciles a la hora de diseñar una portada. Quizás te equivoques en el color y tu portada siga estando bien, pero si metes la pata en la tipografía… lo demás parecerá una chapuza también.

Ten cuidado al integrar el título y el nombre de autor: usa efectos, pero en general es mejor que lo hagas de manera sutil. Y si quieres mi consejo: huye de las tipografías rimbombantes y de las manuscritas (a no ser que seas un diseñador profesional o tengas una genial idea). Más vale usar tipografías simples. Si quieres que tu portada tenga impacto visual, no confíes ese poder a la tipografía; usa este elemento tan solo para transmitir información.

Y sobre todo, no te quedes con la primera opción que te pase por la cabeza. Puede ser muy tedioso ir poniendo y quitando tipografías para ver cómo quedan, pero es la única manera de estar seguro de que la tipografía que estás eligiendo es la mejor.

Una manera fácil de probar diferentes tipografías en tu diseño es crear una capa nueva para cada una en Photoshop, y luego mostrar y ocultar las capas según te convenga.

Fíjate en cómo estas portadas hacen uso de tipografías sencillas pero dando lugar a un resultado llamativo y elegante:

Ejemplos de portadas

No seas genérico

No escojas imágenes simplemente bonitas. Es posible que en cierto momento te sientas sin remedio empujado a usar una imagen de un paisaje espectacular, una mujer hermosa o un niño tierno. Más incluso si la foto la has tomado tú. Cómo ibas a desaprovechar esta oportunidad de mostrar al mundo esa increíble imagen que has creado con tus propias manos, sin fallos, tan canónica, ¡tan perfecta!

Pues bien, a la gente no le interesa que la imagen te guste a ti o que la hayas hecho tú. El público no está atraído por los personajes, tramas y sensaciones perfectamente compartimentadas, de stock. Hay muchas imágenes bonitas y espectaculares ahí afuera, pero donde de verdad está el interés es en la ambigüedad, el conflicto, el atrevimiento. Explora con tus portadas lo que nadie ha explorado, sugiere al público una pregunta que quizás ni siquiera se había hecho antes.

Mira estos ejemplos de portadas basadas en ideas con personalidad y no solo preocupadas por la corrección estética:

Ejemplos de portadas

Sé abstracto

Si tu novela trata sobre el tráfico de drogas, no pongas en la portada una bolsa con drogas junto a un fajo de billetes. Si tu novela trata sobre la exploración espacial, no pongas una nave espacial. Desde luego, este es mi consejo, y puedes tanto tenerlo en cuenta como ignorarlo. Y es cierto: si buscas en Google portadas de Moby Dick, muchas reflejarán una imagen del momento álgido del libro.

¿Pero no te parece una portada que representa un libro más interesante que otra que lo describe literalmente? Aprovecha el hecho de que el texto ancla la imagen para añadir más significado y espectacularidad a tu composición. ¿Estás seguro de que vas a ilustrar tu novela “Secuestro en la Terminal” con una imagen de un hombre acechando a una mujer en una terminal? Mejor busca contradicciones, juegos de palabras, metáforas visuales…

Mira estos ejemplos de portadas en las que la combinación entre texto e imagen no es obvia, lo que nos produce una curiosidad natural hacia el libro. Estas portadas realmente me hacen querer saber sobre qué tratan las historias que hay detrás:

Ejemplos de portadas

Ten cuidado al combinar los colores

Y piensa que según donde vayas a publicar tu libro, es posible que la portada vaya a visualizarse tanto a color como en blanco y negro o escalas de grises (será así si publicas con Amazon). Recuérdalo sobre todo cuando vayas a usar rebordes blancos, o tipografías delgadas o sobre colores demasiado oscuros. Y por supuesto, recuérdalo si la idea en la que se basa tu portada tiene todo su peso en cierta combinación de colores.

Aquí hay algunos ejemplos de portadas con combinaciones de colores sorprendentes, pero que no pierden su fuerza visual aunque se vean en escala de grises.

Ejemplos de portadas

De nuevo: piensa en el contexto

Nadie va a decidir si comprar tu libro o no viendo su portada con detenimiento en la pantalla de tu ordenador, tal y como la estás viendo tú cuando la diseñas o la eliges.

Tu portada debe comunicar el género de tu libro, pero no a partir de un examen concienzudo, sino a simple vista. Si estás pensando en practicar criptografía o usar un complejo y profundo simbolismo… quizás deberías replantear la estrategia.

Por otra parte, es mejor que no simplifiques demasiado, o tu portada pecará de vacua. Nunca renuncies a dejar una huella en la persona que vea tu portada.

En muchas de las portadas anteriores has agarrado la idea al vuelo. Tampoco hace falta que contemples las siguientes portadas con gran detenimiento para apreciar su potencial:

Ejemplos de portadas

El espacio en blanco es tu amigo

Una composición confusa y sin una jerarquía desvía miradas. Una portada que transmita un único mensaje alto y claro, produce interés.

No obstante, usa estos recursos siempre que esté justificado. El ojo de un lector está tan entrenado como el tuyo y el mío, y sabrá identificar cuándo estás intentando persuadirle mediante recursos baratos.

¿Qué te parece la manera en que estas portadas usan el espacio en blanco?

Ejemplos de portadas

No dejes la portada para el final

Quizás esta norma no sirva para ti (también suele haber variedad de costumbres en cuanto a la elección del título), pero en muchos casos, yo tengo en mente mi portada casi desde que nace la idea en la que basaré la historia.

Cuando tienes una idea, es normal que quieras desarrollarla no solo con palabras, sino también de manera gráfica, y las ilustraciones del libro o la portada son una buena manera de dar vida al mundo en el que se basa tu historia. Prueba a pensar en la portada no al final del proceso de escritura, sino de manera paralela.

Ten en cuenta los requisitos de cada plataforma

No empieces a diseñar tu portada hasta que no estés del todo seguro de las recomendaciones de cada tienda en torno a:

  • Las dimensiones
  • Resolución
  • Peso
  • Formato

que establece la tienda o plataforma de distribución. Y si te vale el consejo, diseña siempre a mayor tamaño y resolución de la necesaria (y reescala antes de exportar). Nunca sabes para qué otra cosa puedes necesitar el diseño.

Inspírate

Tanto si vas a diseñar tú mismo tu portada como si no, tomar ciertas decisiones te será más fácil si tienes un repertorio de referencia y tus ideas estás refrescadas. Valora e inspírate en el trabajo que ya han hecho los demás antes que tú. Explora las portadas de los tops ventas, busca ejemplos e investiga las herramientas que tienes disponibles.

Hay infinidad de sitios web con inspiración y ejemplos, pero aquí te dejo el de Book Cover Archive, una insuperable base de datos de portadas que además cuenta con un blog y un buscador muy útil: http://bookcoverarchive.com/

Banner de The Book Cover Archive

Conclusión

Tanto si vas a diseñar tu propia portada como si vas a confiar en un profesional, toma todas tus decisiones siendo consciente de las convenciones y reflexionando sobre cómo vas a adoptarlas.

No dejes el diseño de tu portada hasta el final, y piensa en ello como en una extensión de tu historia, que debe representar su esencia a la vez que comunicar de un vistazo al público lo que quiere tener en cuenta antes de tomar su decisión de compra.

Y sobre todo, si estás diseñando tu propia portada y el resultado no es satisfactorio, pide ayuda a un profesional.


 Y tú, ¿cómo te inspiras cuando vas a diseñar o elegir tu portada?


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